Camino y paro, que increible es verlo todo desde lejos.

Cuando comienza a salir el sol da la sensacion de que vives en las nubes y sobrevuelas los recuerdos, miras los dias grises con un tanto de nostalgia... respiras... y recoges un poco de esa nostalgia como aire en los pulmones, para exhalar armonia interna, recelo de hojas caidas en mi hombro.

Nose como llegue aqui, todo lo que escribo lo suspendo en notas artificiales, fuego, tormenta, paz, silencio. Dias y dias de error, dias y dias de color, parece enorme el frio cuando hay invierno. Parece calida la primavera hoy, constelada de estrellas fugaces en un cielo para mi sin limites. Y aunque me dejaste, te miro hoy, te escucho hoy, te observo hoy... y me regalaste libertad, para correr y gritar y girar y sentir un corazon en llamas en medio de un desierto en donde comienzo a ver la fuente de agua que me conduce a la playa... infinita, en calma, mis extremidades se alejan de mi cuerpo y comienzan a flotar en un subeybaja emocional, no me importa con quien estes. Soy yo por fin, en el fin del mundo careciendo de rencor y contratando un nuevo plan de viaje hacia el centro de mi. Pase por la sequedad de tus labios, comparti el cielo en la tierra... nose porqué.

Prendí un incienzo en la ventana, y comenzé:

Vamos por parte, algo así fue;

Instalé una luz en medio de la pieza, tenue, que no me cegara. Corri el lugar de dormir abajo de esa luz, para ver las estrellas mirando la luz tenue, limpié los restos de nada. Pinté un cuadro inconcluso y lo puse ahí, en frente. Amarré una almohada para las noches de dolor, y no dejé nada... nada mas. Solo yo y ese sitio inmenso, aferré mis sentidos solo a mi. Tacto, odio, gusto, vista, sentido ... palabras perdidas en gritos, brazos abiertos, voz en alto, reflejo en la ventana, silencio en la pieza, ropa usada, manos muertas, ojos vivos. YO, quizas simple, quizas compleja.

Yo, desnuda ante todo, a nada me aferro, pero se a que vine, me dejaste... lo sé. Perdi el centro, gané un universo.

Me dejaste, te dejo.

Historia que remuerde mis pensamientos, que seca mi boca, que gira en torno a un precipicio ... que fue motivo de horas y horas, que fue motivo de donde estoy.